¿Qué tipos de cromatografía son más importantes?
La cromatografía, se trata de una técnica de separación de moléculas que conforman una muestra ya sea de carácter alimentaria, medioambiental o biológica. Esta separación se basa en propiedades físicas, ya que los métodos s en propiedades químicas no permiten en la mayoría de casos una diferenciación de los analitos a estudiar, ya que por ejemplo muchas moléculas biológicas tienen grupos funcionales iguales.
Si primero, necesitas aprender para qué sirve la cromatografía, puedes leer este post
Aunque muchas moléculas presenten grupos funcionales iguales, estas poseen distintos aspectos físicos, como el tamaño (peso molecular), la estructura, la polaridad de una molécula, la carga neta que posee una molécula a un determinado pH, volatilidad, etc.
La cromatografía fusiona esta separación basada en las propiedades físicas con métodos químicos. Esto permite la cuantificación de infinidad de compuestos anteriormente separados.
En cromatografía las moléculas de una mezcla, disueltas en una fase móvil (que se mueve por alguna fuerza, ya sea gravitatoria o hidrodinámica), se van desplazando a través de una fase estacionaria, de forma que se establecen distintos procesos de reparto entre las dos fases.
Atendiendo a las técnicas cromatográficas basadas en la polaridad, existen diferentes tipos de cromatografía de polaridad en función de las características de las fases móvil y estacionaria que se utilizan.
En la cromatografía de adsorción, las moléculas retardan su movimiento cuanto más retenidas quedan por el sólido (fundamento de la extracción SPE).
En la cromatografía líquido-líquido, las moléculas se mueven más lentamente cuanto más solubles con en la fase estacionaria y menos en la fase móvil.
En cromatografía de gases, las moléculas más volátiles viajan más rápido por la columna cromatográfica, ya que tendrán menos afinidad por la fase estacionaria.
Las aplicaciones de la cromatografía de adsorción se limitan a un número limitado de adsorbentes, por lo que la cromatografía líquido-líquido y la cromatografía de gases son los dos tipos de cromatografía más usadas en la actualidad, ya que brindan una versatilidad a través de las distintas fases móviles y estacionarias que pueden utilizarse.
CROMATOGRAFÍA GAS-LÍQUIDO (GLC)
El fundamento de la cromatografía de gases radica en la distribución de los compuestos a separar entre dos fases inmiscibles, una fase estacionaria líquida y una fase móvil gaseosa.
La fase estacionaria impregna un soporte inerte, contenido en una columna cromatográfica. A través de esta columna circula la fase móvil, que en este caso es un gas inerte (nitrógeno, helio o argón). En cromatografía, la separación de los analitos a determinar contenidos en una mezcla se produce en función de su afinidad por las dos fases, en cromatografía de gases viene determinada por su volatilidad, de manera que cuanto más volátil es el compuesto, más afinidad tiene por la fase móvil.
La columna cromatográfica se encuentra alojada en un horno a alta temperatura, lo que ayuda a aumentar una resolución cromatográfica. La programación de una temperatura en el horno de columna, permite un aumento progresivo de la temperatura durante el proceso de separación, de manera que los compuestos de la muestra se van volatilizando a tiempos diferentes, pasando a la fase móvil y eluyendose de manera diferencial.
Importante: los compuestos a separar deben presentar puntos de ebullición diferentes y no demasiado elevados (≤ 250ºC).
CROMATOGRAFÍA LÍQUIDO-LÍQUIDO (CROMATOGRAFÍA LÍQUIDA DE ALTA PRECISIÓN, HPLC)
El fundamento de la cromatografía líquido-líquido se basa en la separación de moléculas con disolventes orgánicos inmiscibles, en función de las diferencias de solubilidad de los componentes a separar de una mezcla. Esta solubilidad diferencial depende de la polaridad de los analitos y de cada una de las fases líquidas.
De manera, que los compuestos más polares se disolverán mejor en la fase más polar, mientras que los apolares lo harán en la fase más apolar.
Como sabemos, la cromatografía es una técnica de primer orden para la determinación de analitos y compuestos. Cada día es más popular en el sector alimentario y laboratorios.
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Post de blog creado por Elísabeth Martínez Garrido