En la industria alimentaria, una crisis alimentaria ocurre cuando un producto, en cualquier punto de la cadena de suministro, representa un riesgo para la salud pública o incumple la legislación. Algunos ejemplos son riesgos de contaminación microbiológica, presencia de alérgenos no declarados o residuos químicos fuera de los límites permitidos.
Estas situaciones, además de afectar a los consumidores, pueden generar graves consecuencias económicas y reputacionales para las empresas. Por ello, es fundamental contar con estrategias para identificar, gestionar y resolver estas crisis de manera eficiente.
¿Cómo actuar ante una crisis desde el departamento de calidad?
Si tuviésemos que resumir, podríamos analizar el proceso a seguir desde el departamento de calidad en lo siguiente:
- Activar el plan de gestión de crisis: Este debe estar documentado, actualizado y comunicado a todo el personal clave.
- Identificar el origen del problema: Esto incluye rastrear lotes afectados, inspeccionar registros y verificar las condiciones de producción.
- Coordinarse con autoridades y clientes: Notificar a las autoridades reguladoras y a los distribuidores es esencial para limitar el impacto de la crisis.
- Retirar o recuperar el producto afectado: Implementar un procedimiento de recall rápido y eficiente.
- Comunicación transparente: Informar de manera clara a consumidores, medios y partes interesadas.
- Analizar y documentar: Después de resolver la crisis, realizar una auditoría interna para identificar fallos en los sistemas y evitar que vuelva a ocurrir.
¿Cómo prevenir una alerta alimentaria?
Sin duda, si algo nos caracteriza como departamento, es nuestra insistencia en la prevención Prevenir siempre será mejor que reaccionar. Algunas medidas esenciales para estar preparados y adelantarnos a una crisis:
- Implementar sistemas de calidad robustos: Certificaciones como IFS, BRCGS o ISO 22000 ofrecen herramientas clave para prevenir incidentes.
- Gestión de alérgenos: Control estricto en manipulación de materias primas, etiquetado, almacenamiento y procesos de limpieza.
- Control de proveedores: Asegúrate de que tus proveedores cumplan con los requisitos legales y de calidad.
- Formación continua: El personal debe estar preparado para identificar riesgos y actuar de inmediato.
- Auditorías internas y externas: Verificar regularmente que se cumplan los estándares de calidad.
- Plan de trazabilidad: Este sistema debe ser funcional y capaz de identificar rápidamente productos afectados en caso de un incidente.
Curso de Gestión de Crisis Alimentarias
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- Cómo diseñar e implementar un plan de gestión de crisis.
- Simulacros de localización y gestión de alertas alimentarias.
- Estrategias de comunicación en situaciones de crisis.
- Herramientas para mejorar la trazabilidad y el control de riesgos.
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