Un alérgeno es una molécula, proteína, que comúnmente induce una respuesta exagerada de nuestro sistema inmune mediada por anticuerpos IgE.
Esa proteína externa cuando entra en contacto con nuestro organismo, nuestro sistema de defensa la detecta como un agente invasor y ha de atacarlo, reuniendo todas las medidas que dispone: ardor, picor, inflamación, estornudos, enrojecimiento.
Diferencia entre alergia e intolerancia
En cambio, las intolerancias están intervenidas por el propio metabolismo de la persona. Normalmente, por un »fallo» en nuestro sistema. Ese error puede ser desde el nacimiento, o que se haya desarrollado a cualquier edad. Por ejemplo, la persona que desarrolla una intolerancia a la lactosa es debido a que falta una enzima que digiere ese compuesto.
En el caso de las alergias, cualquier concentración del alérgeno en la persona es motivo desencadenante de una reacción alérgica. En cambio, con las intolerancias, pueden tolerarse bajas concentraciones del susodicho compuesto sin que la persona vea comprometida su salud.
Entonces, ¿Cómo identifico los alérgenos en los alimentos?
El Reglamento (UE) nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, la información sobre los alérgenos deberá aparecer en la lista de ingredientes, debiendo destacarse mediante una composición tipográfica que la diferencie claramente del resto de la lista de ingredientes (AESAN).
Las personas que tengan intolerancia o alergia a algún ingrediente, pueden acogerse al etiquetado para elegir prudentemente el alimento en cuestión.
No obstante, cuando en el etiquetado indica a nivel de trazas un alérgeno, puede solo repercutir en la salud de la persona alérgica en cuestión y no en el individuo intolerante, ya que las reacciones alérgicas como hemos visto, no son dosis-dependientes en muchos casos.
Tabla de alérgenos alimentarios
Referencias: http://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/seguridad_alimentaria/subdetalle/alergias_e_intolerancias.htm