Guía para la prevención de Plagas en la Industria Alimentaria

08
Abr 2025
 Marketing
 

En la industria alimentaria, la prevención de plagas no es solo una cuestión de higiene, sino una necesidad crítica para garantizar la seguridad alimentaria, cumplir con la normativa y proteger la reputación del negocio. Las plagas, como roedores, insectos y aves, pueden contaminar los alimentos, dañar instalaciones y representar un riesgo sanitario significativo. Por eso, cada vez más profesionales optan por formarse a través de un curso sobre control de plagas, con el objetivo de implantar sistemas eficaces de control y prevención.

A continuación, te mostramos una guía clave de prevenir las plagas en entornos alimentarios, basadas en las mejores prácticas del sector y alineadas con los requisitos de normativas como la ISO 22000, BRCGS o IFS.

1. Aplicar un programa de limpieza y desinfección riguroso

Una limpieza deficiente es una de las principales causas de infestaciones. Los restos de alimentos, derrames y acumulación de suciedad pueden atraer a una gran variedad de plagas. Por ello, es fundamental establecer un plan de limpieza y desinfección (L+D) adaptado a las instalaciones y procesos de cada industria.

Este plan debe incluir:

  • Frecuencia y responsables de cada tarea.
  • Productos autorizados para uso alimentario.
  • Puntos críticos, como desagües, zonas de recepción o almacenes.
  • Control documental del cumplimiento.

La formación específica en higiene y prevención, como la que se ofrece en nuestro curso sobre gestión de plagas, permite identificar riesgos ocultos y adoptar medidas más eficaces.

2. Implementar medidas de exclusión física

La exclusión es una estrategia preventiva que consiste en impedir el acceso de plagas al interior de las instalaciones. Esto implica un enfoque estructural y constante, revisando todos los posibles puntos de entrada.

Algunas acciones clave incluyen:

  • Instalar burletes en puertas y ventanas.
  • Sellar grietas, rendijas y huecos en paredes y suelos.
  • Usar mallas milimetradas en rejillas de ventilación.
  • Mantener puertas cerradas, especialmente en zonas de carga y descarga.

En el curso de gestión de plagas en la industria alimentaria, se enseña cómo inspeccionar adecuadamente las instalaciones para detectar vulnerabilidades y corregirlas antes de que se produzca una infestación.

3. Controlar el entorno exterior

Muchas plagas provienen del entorno cercano a la planta o al almacén. Por eso, el control perimetral es tan importante como las medidas internas. La gestión del entorno debe considerarse parte del sistema preventivo.

Recomendaciones esenciales:

  • Mantener el césped y la vegetación podados y alejados de la fachada.
  • Eliminar acumulaciones de agua estancada.
  • Alejar los contenedores de basura del edificio y mantenerlos bien cerrados.
  • Evitar la acumulación de palets, cajas o materiales en desuso.

Una correcta gestión ambiental reduce el riesgo de que las plagas se acerquen a las zonas de producción.

4. Formar al personal en detección temprana

La vigilancia activa por parte del equipo humano es un factor diferenciador. La plantilla es quien conoce mejor los procesos y puede detectar indicios de plagas antes de que se conviertan en un problema grave.

Por ello, es vital:

  • Realizar formaciones periódicas sobre identificación de plagas y signos de infestación.
  • Establecer un protocolo claro de actuación en caso de sospechas.
  • Fomentar la cultura de la prevención y la comunicación interna.

Contar con un curso gestión de plagas adaptado al personal de planta mejora la concienciación y el compromiso, reduciendo significativamente los riesgos.

5. Contratar un sistema profesional de control integrado de plagas (CIP)

El Control Integrado de Plagas (CIP) o IPM por sus siglas en inglés (Integrated Pest Management) es el enfoque más eficaz, sostenible y avalado por las normativas de seguridad alimentaria. Este sistema combina medidas físicas, químicas y biológicas, priorizando siempre la prevención.

Al contratar un servicio profesional, asegúrate de que cumpla con:

  • Elaboración de un diagnóstico de riesgos personalizado.
  • Plan de acción con medidas preventivas y correctivas.
  • Mapa de puntos de control con trampas y dispositivos monitoreados.
  • Uso de productos biocidas autorizados y respetuosos con el medio ambiente.
  • Informes técnicos detallados y seguimiento continuo.

Además, si trabajas en calidad, producción o seguridad alimentaria, es muy recomendable realizar un curso gestión de plagas con enfoque CIP, que te permita evaluar y supervisar correctamente el trabajo de la empresa externa.

¿Por qué es importante formarse con un curso de gestión de plagas?

Formarse en gestión de plagas en la industria alimentaria no solo ayuda a cumplir con los requisitos legales y normativos, sino que también aporta herramientas prácticas para la toma de decisiones. Ya seas responsable de calidad, técnico/a de producción, consultor/a o parte del equipo APPCC, contar con formación específica te permitirá:

  • Reducir riesgos de contaminación.
  • Evitar sanciones y no conformidades.
  • Optimizar los sistemas de seguridad alimentaria.
  • Mejorar la reputación de tu marca.
  • Implementar soluciones sostenibles y eficientes.

Existen diferentes modalidades de curso gestión de plagas, tanto presenciales como online, con contenidos actualizados según la legislación vigente (Reglamento (UE) 528/2012, Reglamento (CE) 852/2004, etc.), prácticas recomendadas por organismos como la FAO o la EFSA, y casos reales aplicados a la industria.

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